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miércoles, 21 de diciembre de 2016

#GenteDecente y Navidad

Este año percibo la Navidad como un espíritu de #esperanzaactiva

Este año, en el que hemos estado viviendo tantas dificultades, en nuestro país Venezuela, me doy cuenta de que cuando el niño Jesús vino a este mundo, no lo hizo precisamente en las mejores condiciones: ni económicas, ni políticas, ni sociales. 

Sin embargo decidió y aceptó venir a este mundo y lo hizo con la fe y la fortaleza que le permitieron cumplir con su misión, no desde la obligación y el "deber ser" ni tampoco desde la queja, o desde un placer inmediato sin esfuerzo, sino desde una esperanza acompañada de una acción congruente, una acción que le dio piso a su misión de vida, llevándola a la acción con resultados, y le permitió incluso vivir su muerte, consciente de que iba mucho más allá de sí mismo. 

Este darme cuenta me ha hecho re-dimensionar mi Navidad. 

La situación política, social, y económica de nuestro país está cada día más difícil, es cierto, pero desde este espíritu interno de Navidad estoy llena de esperanza y dispuesta a tomar las acciones que requiera tomar en mi vida individual y con otros, para continuar llevando mi misión de vida a la acción y así contribuir con la construcción de una realidad diferente y un país basado en el amor, en la solidaridad, en la decencia, en la honestidad y el trabajo conjunto con esfuerzo... Un país de #GenteDecente.

No crean que esto lo digo desde una visión de comeflor o que no me estoy dando cuenta de la realidad. Cómo no darme cuenta si la vivo todos los días. Esto lo digo desde la visión, la conciencia y el espíritu de la llegada de ese niño Jesús consciente de la realidad humana a la que estaba incorporándose, con la fortaleza necesaria para construir una humanidad espiritual y un país, una Venezuela de #GenteDecente, basada en el amor.

jueves, 15 de diciembre de 2016

#GenteDecente

Ayer estuve desde las 9 hasta la 1:30 en el banco haciendo la gestión para depositar los billetes de 100. 

Más allá de cualquier consideración y análisis político financiero quiero compartir mi sentir en esa cola con otras personas con la cuales me sentí a gusto, tranquila y diría que hasta contenta. 


Durante las casi 5 horas estuve rodeada de personas amables, decentes... no solamente en la cola entre los clientes que iban a depositar, sino también entre los empleados del banco: El vigilante, los cajeros y otros empleados del banco que estaban organizados para que todo fluyera sin inconvenientes y de la manera más fluida posible. 


Estuve centrada en observar y conectarme con la decencia de la gente que me rodeaba. Había gente de la zona de Los Ruices y también había gente que venía de diferentes partes de Caracas como San Martín, o como yo que había ido desde Hoyo de la Puerta... 

Había una muchacha que tiene un kiosko con su esposo a una cuadra del banco, había un mecánico que vive en San Martín, un profesor de la Universidad Alejandro de Humboldt, había muchas personas de la tercera edad, había una mamá con su hijo como de 11 años y una bebé de 2 meses en brazos... Y había mucha gente en las colas de los cajeros haciendo depósitos de hasta 20mil... 

La verdad es que el ambiente era de amabilidad entre todos. Y eso lo quiero rescatar y resaltar. El vigilante distribuía las planillas para el depósito a medida que llegaba la gente a la cola, había empleados del banco preguntando en la cola de la tercera edad qué era lo que iban a hacer y los orientaban para que pudiera resolver de la mejor manera posible... Por ejemplo una señora iba era a depositar dos cheques... y la empleada del banco la llevó hasta un telecajero, pidió permiso a los que allí estaban y procedió a ayudar a la señora para que hiciera su depósito y se pudiera ir a casa... Ayudaron a la señora que tenía el bebé en brazos para que pudiera hacer su depósito en la cuenta de su esposo, aunque él no estuviera presente y así varios casos.... Y la gente estaba pendiente y solidaria con el que tuviera alguna necesidad. 

Cuando me tocó mi turno, mis compañeros de cola contentos decían, yaaaaa te tocaaaaa.. Pasé, la cajera se veía que tenía mucha experiencia... Fue amable, y juntas estábamos sincronizadas... Entramos en un ritmo en el que yo entregaba y ella iba colocando rápidamente en la máquina contadora... Todo sin hablar, puro contacto visual y de sentir... Y al terminar, antes de irme, me acerqué a mis compañeros de cola y les dijé "Lo logré"... Ahora te toca a ti (le tocaba al mecánico de San Martín)... Nos abrazamos y nos besamos, esperé a mi tío, a él también lo vitorearon y abrazaron y nos marchamos... Con una sensación cálida en el alma de absoluta seguridad y confianza en nuestra decencia. 

Y quiero rescatar la decencia, la empatía, la solidaridad que reinó ayer en este banco privado en Los Ruices. Quiero rescatar además la solidaridad de mi tío que me acompañó al Banco... 

Luego de esta experiencia agotadora porque 5 horas de cola agotan, nos fuimos a almorzar a un pequeñísimo restaurant en La Carlota y de nuevo me topé con la decencia y amabilidad del dueño del restaurant y del mesonero. #GenteDecente que está trabajando y viviendo en nuestro país Venezuela. 

Estoy convencida: En paralelo con la corrupción, la dictadura y la podredumbre de este régimen, está corriendo un un río de #GenteDecente que estamos construyendo con cada acción que tomamos desde la conciencia y la decencia, el país que queremos. #SerDecente es ser #solidario, #SerDecente es ser #empático con el que tiene alguna necesidad, #SerDecente es cocinar rico en tu restaurante y atender de manera amable a tus cliente, #SerDecente es agradecer por esa comida tan rica. #SerDecente es darle las gracias a quien te apoye y te acompañe, como en este caso fueron mis dos tíos. 

Todos estos son ejemplos de cómo es #SerDecente, y todos los viví ayer en mi experiencia de depositar los billetes de 100 en el banco. 

Aunque las apariencias nos muestren la destrucción, también está allí el país de la #GenteDecente corriendo en paralelo.

miércoles, 6 de enero de 2016

Aires de Cambio de Adentro Hacia Afuera


Hoy es 6 de enero y mi Caracas amaneció azul, y más clara que nunca, después de muchos días en que el gris y la neblina estaban reinando los amaneceres de mi ciudad. 

Ayer fue la instalación de la Nueva Asamblea Nacional y quizá el hecho que más me hizo sentir unos primeros aires democráticos fue la presencia y la participación activa de los medios de comunicación social, que hacía tantos años que no podían entrar en la Asamblea.  Creo que por primera vez me estoy dando cuenta de que la democracia es liviana. Antes, como no tenía punto de comparación, no me daba cuenta, y lo daba por sentado.  Hoy 17 años después en un proceso cada día más dictatorial, puedo darme cuenta del verdadero valor de vivir en democracia y de lo fácil que es perder la democracia y lo difícil que resulta recuperarla. 

Esto que estamos viviendo no podemos olvidar que ha sido producto de un esfuerzo de años y que es necesario que todos y cada uno de nosotros haga su parte, no solamente en lo relacionado con las actividades políticas sino en nuestra vida cotidiana, viviendo de manera democrática en pareja escuchando a nuestr@ compañer@ de vida, siendo flexible y al mismo tiempo claros en cuanto a los límites de cada uno, valorando la opinión de mi pareja, tomando en cuenta su opinión en las decisiones que tomamos, expresando lo que sentimos en lugar de tragarnos las molestia y luego explotar y maltratarnos mutuamente, teniendo planes individuales y también planes conjuntos como pareja, con un rumbo claro para ambos, en lugar de ir viviendo cada día como vaya viniendo... y trabajar y tomar acciones para que se cumplan nuestros planes, conscientes de la responsabilidad de cada uno, aprender de las equivocaciones y de los fracasos y juntos hacer los ajustes que hagan falta... escuchándonos ambos y en familia, siendo solidarios en familia, con nuestros amigos, e incluso con desconocidos que puedan necesitar nuestra ayuda, respetando a los que piensen distinto a nosotros... 

Efectivamente tenemos unos primeros aires de cambio y es necesario continuar todos este trabajo para que estos aires no se limiten a ser un acto más... Necesitamos estar pendientes de lo que hacen los diputados que elegimos, de manera que cumplan lo prometido con acciones y también en la medida de lo posible podemos contribuir con ideas para leyes que puedan hacer falta, desde el área comunitaria... todo esto acompasado con nuestro trabajo personal para ser cada día más democráticos, de adentro hacia afuera.